Aunque increible como parezca. Un palo de hierro le atravesó la cabeza y le dejó clavado al respaldo de la silla. Pero seguía vivo. Intentó deslizar su propia cabeza por el fragmento de metal que la atravesaba para liberarse, pero tampoco le pasó nada.
Pero con la llegada de los equipos de salvamento la pesadilla no terminó: después de un viaje de una hora hasta el hospital más próximo, los doctores le dijeron que no podían hacer nada por él. Que debía ir a otro hospital.
Dicho y hecho, la ambulancia puso rumbo hacia el oeste del país, hacia el vecino estado de Karnataka, para llegar al hospital de Bangalore, donde finalmente le trataron. con un fragmento de metal atravesándole completamente el cráneo.Fueron más de tres horas adicionales de viaje.
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