Antonio García y Marlene, inquilinos del 2.ºB de la calle Radio, 6 (Carabanchel), van a estar una larga temporada fuera de su hogar. Se marcharán el próximo lunes 15 de octubre, y no podrán volver hasta el 15 de noviembre.
No es que se vayan de vacaciones. Están cumpliendo una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid en la que se les exige abandonar su hogar durante un mes por ser demasiado ruidosos. Es la primera vez que se dicta un fallo de este tipo en España.
Todo tiene origen en la numerosas denuncias presentadas por la comunidad de vecinos del inmueble contra la pareja. “No paraba de entrar y salir gente de su piso, y hemos vivido más de una pelea en el portal”, afirma el presidente la de la comunidad. Además, “el sonido de las tuberías era infernal, hasta de madrugada. No podíamos ni dormir”, asegura otro de los residentes.
Pero el motivo por el que les llevaron a juicio iba más allá. Les acusaban de haber estado utilizando su domicilio como un piso patera, alquilando camas a emigrantes ilegales en condiciones de hacinamiento. Sin embargo, el juez desestimó esta denuncia, ya que no se había llegado a acreditar “plenamente” la actividad de hospedaje. Sí se acreditó, en cambio, “la existencia de ruidos”, según la sentencia, motivo por el que la pareja tendrá que desalojar el piso 30 días.
“Lo acatamos. Este mes estaremos viviendo en casa de un familiar de Moratalaz, pero nos parece algo desproporcionado impedirnos pasar a nuestra casa durante tanto tiempo”, opina Marlene.
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