Unos 500 niños de una aldea china celebraron la decisión del gobierno chino de construir un puente que les permitirá ir a a estudiar sin tener que arriesgar su vida atravesando mediante un cable uno de los ríos más peligrosos del país.
El país de la "revolución cultural" sigue su marcha hacia el futuro enseñando a sus jóvenes que para lograr un objetivo hay que arriesgar hasta la propia vida. Y no importa si el objetivo en cuestión es ir a la escuela, la educación no sólo es un derecho, sino también un deber de todo chino.
Y es que Pekín garantiza las escuelas, pero el transporte lo deja a la libre elección de los estudiantes, una generosa concesión a la libertad de expresión del pueblo gracias a la cual los estudiantes de Maji deben atravesar diariamente los 200 metros más peligrosos del río Nujiang a través de un cable con un improvisador arnés, el único medio para llegar a clases.
Desde la edad de cinco años, los niños de Maji toman por su propia cuenta el cable, una proeza digna de admirar, aunque muchos de ellos sólo mirar a su compañero de banco mientras está detenido en la mitad del río por causa del bajo peso que le impide avanzar hasta la otra orilla.
Sin embargo, el gobierno chino decidió extender los brazos de su desarrollo hasta la pequeña aldea invirtiendo unos 60 mil dólares en la construcción del puente. Mientras tanto, el hilo que seguirá uniendo a los estudiantes de Maji a la obligatoriedad de la escuela seguirá siendo tan sutil como el que los separa de la muerte.
martes, 18 de septiembre de 2007
Hay Que Tener Huevos Para Ir A La Escuela En China
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