¿Es importante saber que ha comido nuestro chef la noche anterior a nuestra comida? Hasta hace poco tiempo eso no era importante. Sin embargo, en algunos exclusivos restaurantes de Marsella, quizá sea un dato fundamental, puesto que determinará el sabor de nuestro plato.Por más repugnante que pueda parecernos, comer mierda es el nuevo boom de la comida francesa. Y sucede que los soretes, bien sazonados y con una exquisita presentación, pueden convertirse en un manjar, digno de chuparse los dedos. O al menos esta es la propuesta de Francis Morlange, el creador de Delicieux Merde, una lujosa cadena de comidas eligida por los gourmets de todo el mundo. El principal obstáculo a superar, en esta nueva cocina, es el prejuicio cultural. "La coprofagía o ingesta de excrementos es una enfermedad tanto como lo es comer animales vivos", afirma Morlange, "Es la cocción de los alimentos lo que nos hace humanos y nos permite gozar de un buen plato. Que los ingredientes vengan de un árbol, de un corral o de un culo no hace la diferencia. Lo importante es que la comida esté hecha con amor". Por otra parte Francis Morlange afirma que la mierda es fuente de alimento en muchos países del tercer mundo. Incluso, en América Latina se la ve como una posible solución al problema del hambre y la desnutrición. "Es común rechazar este aliemento tan rico de calorías y proteínas, pero recordemos que determinados pueblos del lejano Oriente no dudan en comer insectos, cartones usados y automóviles pequeños. El tema es que muchos no conocieron la guerra y el hambre es solo algo que ven en televisión". Pareciera que cuando hay hambre no hay pan duro o estrenimiento que valga.Francis Morlange nos invita a deleitarnos y saborear de la nueva gastronomía. Afirma que muchos son los adeptos de esta nueva cocina. Lo que no sabemos es si luego de comer, habrá que limpiarse con una servilleta o papel higiénico.
lunes, 27 de agosto de 2007
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