miércoles, 19 de marzo de 2008

Hay que ser rico para ponerse en pedo

Pernod-Ricard lanza el champán más caro del mundo, un Perrier-Jouet vendido en cajas de doce botellas a 50.000 euros (77.000 dólares), signo del éxito creciente que cosechan estas burbujas de lujo en el mercado internacional.
La botella, de 750 ml, tiene un costo de 4.166 euros (unos 6.420 dólares) superando el récord precedente de Dom Perignon (grupo LVMH) con una serie limitada de 10 Jeroboamas, vendidas a 4.000 euros el litro (unos 6.160 dólares) durante el Festival de Cine de Cannes de 2005.
“Se venderán estas cajas a 100 personas en el mundo para que puedan confeccionar ellas mismas su propio champán, el último lujo”, explicó a la AFP Olivier Cavil, director de comunicación de Perrier-Jouet. Esta serie especial, destinada a una “comunidad de super-ricos”, será distribuida únicamente en siete países: Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, China, Rusia, Suiza y Francia, a razón de una quincena de cajas por país.
“Todos los compradores vendrán a Epernay (este de Francia) para reunirse directamente con nuestro jefe de bodega, Hervé Deschamps”, explica Cavil. De esta forma podrán añadir por sí mismos el ‘licor’ (azúcar y vinos de diferentes años) de su gusto y personalizar así las botellas de blanco de la cosecha Belle Epoque, de 2000. Además de estampar su firma en la etiqueta, el cliente podrá almacenar su pedido en las cavas de Perrier-Jouet, donde las botellas serán conservadas durante ocho meses.
Pernod-Ricard, segundo grupo mundial en vinos y licores, regresó en 2005 al sector del champán al pasar a controlar las marcas Mumm y Perrier-Jouet tras adquirir la británica Allied Domecq. Ocupa la cuarta plaza en este mercado mundial floreciente, con 338,7 millones de botellas vendidas en 2007, es decir, un alza del 7,3% respecto a 2006.





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